NUESTRO CENTRO: UNA VENTANA ABIERTA AL MUNDO.

Por eso oímos y escuchamos voces como éstas:

“A veces los niños comen un poco de arroz y patatas, nada más. Nosotras les damos una alimentación equilibrada en los comedores a base de verduras, sopas y carnes. En cada centro ofrecemos estos alimentos a unos 200 niños y niñas. Cuando entra un niño nuevo es impresionante verle comer, vienen con ansia y verdadera necesidad. En pocos días cambian completamente”

Si consideramos las riquezas que ha generado Bolivia en las explotaciones mineras de plata y estaño durante más de 4 siglos es muy difícil comprender la forma de vida de la familia de Anacleto y Gregoria que viven a escasos minutos de las minas de Machacamarca, uno de los imperios de Patiño.

“No hay mayor impotencia que la de no poder sostener a tu familia”, nos dicen.

Su casa tiene un pequeño pozo de agua. No tiene luz. A menudo salen a cazar patos en el lago. Con suerte podrán comer algo de carne con el arroz y la papa”

…  Y se nos conmueven las entrañas. ¿Cómo no vamos a responderles? Nuestro proyecto este año es Machacamarca (BOLIVIA), sus niños. Los Hijos del Sol- como cuenta su leyenda. Queremos ayudarles a recuperar su brillo; abrimos nuestra ventana a un nuevo continente: América Latina. Que su deseo de una vida más digna nos aliente y nos impulse, a toda la Comunidad Educativa, en este nuevo curso.

GRACIAS POR ANTICIPADO por vuestros gestos (pequeños o grandes, eso es asunto de cada cual) de SOLIDARIDAD.